Nuestro recién ordenado David nos expresa en unas breves líneas sus sentimientos de agradecimiento ante el regalo que Dios le hace con el sacerdocio. Mario Ramos nos ofrece algunas instantáneas de la primera Misa de David en San Leandro
“¿Qué tienes que no hayas recibido?”, preguntaba una vez San Pablo. Pues eso me pregunto yo también y más ahora después de la ordenación.
Dios tiene la norma de “hacer nuevas todas las cosas” y no deja de ser una gracia el poder experimentarlo en la propia carne. Este año tengo que decir que el Señor se ha “pasado” conmigo: Votos perpetuos, ordenación de diácono y de presbítero… y todos estos grandes pasos acompañado y arropado por la parroquia de San Leandro, sus niños y sus gentes.
¿Qué tengo que no haya recibido? NADA. Por eso, gracias a Dios y gracias a todos vosotros.