El papel de la religión en el rescate de los mineros en Chile

La fe ha estado muy presente en esta historia que ha conmovido al mundo entero. Presentamos algunos de los aspectos de esta presencia de la dimensión religiosa:


El acompañamiento de la Iglesia Católica

El Papa ha seguido con gran atención la evolución de los mineros mientras estuvieron atrapados en la mina, teniéndoles presentes repetidamente en la oración y mostrando su cercanía con las familias. Los propios mineros regalaron a Benedicto XVI una bandera chilena con sus firmas. Este acompañamiento en los momentos de angustia e incertidumbre, ha sido aún más cercano por parte de la propia Iglesia en Chile. Desde el primer momento se visualizó con la celebración de Eucaristías en el "campamento Esperanza" y con gestos de cercanía con los familiares. En este sentido ha sido especialmente relevante el papel del obispo de Copiapó, Gaspar Quintana Jorqueran, entrevistado asiduamente por los medios de comunicación del país.

La fe como apoyo para los mineros en las semanas en las que estuvieron sepultados

Desde que empezaron a llegar noticias de primera mano de los mineros atrapados y su propia narración de cómo estaban viviendo esta difícil situación, fue una constante la referencia a la fe como motor para seguir manteniendo la esperanza. De hecho, improvisaron un altar en su refugio con imágenes religiosas que les hacían llegar del exterior. Otro ejemplo fue la carta enviada por la sonda por el minero Mario N. Gómez Heredia, de 63 años, dirigida a su esposa Lila: "Estoy bien, gracias a Dios, paciencia y fe. Dios es grande. La ayuda de nuestro Dios que nos avaló". El propio presidente del país chileno, Sebastián Piñera, mencionaba a Dios constantemente en los mensajes de optimismo que dirigía a la nación durante los días anteriores al rescate.

Las camisetas con las que salieron a la superficie

Una de las muestras externas más claras de cómo la fe jugó un papel determinante en toda esta historia épica, son las camisetas que vestían los mineros al ir saliendo de la mina, parece ser que diseñadas por un ministerio evangélico. En la parte delantera las camisetas llevaban inscrito el lema "Gracias, Señor" dentro de la bandera chilena, en cuya estrella podía leerse “Porque nada hay imposible para Dios”. Y por detrás, unas palabras del salmo 95: “Porque en su mano están las profundidades de la tierra. Y las alturas de los montes son suyas. De Él, es la Honra y la Gloria”. Varios mineros se postraron en tierra orando nada más salir de la mina.

Otro detalle curioso es que el ingeniero que realizó la perforación para el rescate de "los 33 de Atacama", el estadounidense Greg Hall, es un ferviente católico que será ordenado diácono permanente a principios de 2011.

Una experiencia que hace renovar vidas por entero

En las primeras declaraciones realizadas por algunos de los mineros, se percibe que esta experiencia ha supuesto para ellos un “renacer”, apreciando íntensamente el don que supone la vida. También ha supuesto un redescubrir su experiencia religiosa. Así, Samuel Ávalos, de 43 años, dijo haber experimentado un proceso de conversión que le hizo sentirse "cerca de Dios" y alejarse de la droga y la bebida, adicciones que marcaron sus últimos 21 años. Especialmente expresivas fueron las declaraciones del minero Mario Sepúlveda, recogidas por muchos medios de comunicación: "Estuve con Dios y estuve con el diablo. Me pelearon y ganó Dios, me agarré de la mejor mano”.

En los próximos días se celebrará una ceremonia religiosa ecuménica en la que dará gracias a Dios por el rescate de estos mineros y se pedirá por las necesidades de los 33 mineros rescatados y de otros compañeros mineros que atraviesan dificultades laborales en el país.

Fuente: Anawin | Fotos: Álbum en Flickr del Gobierno de Chile sobre el rescate

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