Queridos hermanos y hermanas en la fe y en la vida, quisiera dar las gracias a todos vosotros y vosotras por haber sido guía y compañeros de viaje durante estos pocos años que nos hemos conocido; estoy muy contento por haber compartido un año de mi vida oblata con vosotros y en vuestra parroquia, entre vuestros hogares, vuestras casas, vuestras familias y vuestras vidas.
He dicho mí Sí perpetuo también gracias a vosotros, a vuestro cariño y a vuestro testimonio de fe humana y cristiana; a través de vuestros rostros, he conocido un nuevo rostro de Jesucristo: más real y más humano. Gracias…
Y por eso, pedí de profesar mis votos en Aluche, porque también vosotros, veáis la infinita bondad de Dios que ama a sus hijos y a sus hijas. Dios está con nosotros, cada momento de nuestra vida… Dios está contigo!
Ahora, ya tengo bici para ir más veloz hasta los confines del mundo, para ser misionero siempre en movimiento, porque el amor no me deja parado; la misión me saca fuera de mí para ir hacía los demás, los mas ‘pobres’ y lo mas abandonados. Espero disfrutar un ‘montón’ de la bici y cada vez que salga, pensaré en vosotros. Un fuerte abrazo!
Grazie mille! Os llevaré siempre en mi corazón y en mi oración.
Antonio omi