“En este contexto económico queremos denunciar la destrucción de miles de puestos de trabajo y cómo se está exigiendo por parte de las organizaciones empresariales una mayor flexibilización del mercado laboral“, suscriben en su comunicado. “Todos tenemos responsabilidad de lo que pasa”, aseguran, por lo que consideran que es el momento de plasmar una declaración de intenciones, desde vivir priorizando la solidaridad con los pobres, hasta desarrollar un compromiso social y político con otros para transformar la sociedad.

Mientras, en el comunicado de Hermandades del Trabajo, ésta critica cómo el Gobierno “negó la crisis económica y la caída de la producción, la relativizó cuando entrábamos en recesión y sólo la acepta cuando estamos al borde de la deflación, por falta de consumo, y cerca de la depresión”. Con objeto de recuperar la confianza ciudadana, abogan por un “gran pacto político, económico y social”, a imagen de los Pactos de la Moncloa, cuyos frutos se desarrollarán en una “reunión permanente de diálogo social”, con una duración de un año.

Numerosas diócesis también han reflexionado sobre estos aspectos. El obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos Atienza, por ejemplo, incita en su carta pastoral a que no se piense que nada se puede hacer ante la magnitud de la crisis.