"Os toca a vosotros cambiar el mundo"

Nuestro amigo Carlos Huete, a pocos días de comenzar su Noviciado, comparte con nosotros algunas de sus primeras vivencias por Italia. En especial, nos hace una crónica del encuentro del Papa en Loreto con miles de jóvenes, entre los que se encontraban, además de Carlos, las oblatas Cristina e Irene. Esperemos, si su maestro de novicios lo ve conveniente (je,je….), que sea la primera de otras muchas crónicas. ¡Gracias, Carlos por seguir estando presente entre nosotros!

(Si pinchas sobre la foto podrás ver un album-web con fotos del encuentro de Loreto que nos manda Carlos también)


Loreto – Carlos Huete


El pasado 29 de Agosto viajábamos unos 100 jóvenes (entre los que yo me incluyo) acompañados por varios sacerdotes oblatos pertenecientes al MGC (Movimento Juvenil “Costruire”) de los Oblatos de toda la Italia, primero para participar en un encuentro en Ascoli Piceno (del 29 al 31 de agosto) que serviría de preparación para el encuentro con los jóvenes de Italia que tuvimos con SS el Papa Benedicto XVI en Loreto (1 y 2 de Septiembre). Resaltar que estuvimos acompañados por el Padre Provincial de Italia.

Nuestro grupo fue acogido en Ascoli Piceno, en casas de familias, familias que no dudaron en abrir las puertas de sus casas para acoger a los peregrinos.

En Ascoli pudimos participar de varios talleres: de espiritualidad, de misiones, de estado de vida, de emigrantes y relaciones internacionales y también hubo otro taller sobre arte. Todos estos talleres estuvieron preparados por movimientos misioneros entre los cuales se encontraban, como no, los Misioneros Oblatos de Maria Inmaculada, Cáritas y otros grupos católicos.

El 1 de septiembre partimos hacia Loreto donde tuvimos el encuentro con el Papa en la explanada de Montorso. El encuentro consistió, primero, en una Vigilia de oración, donde pudimos escuchar testimonios de varios jóvenes. Después de la cena daría comienzo una pequeña fiesta, con actuaciones de grupos italianos y también pudimos escuchar otros testimonios. Una vez concluida esta fiesta se abrieron unos espacios llamados fuentes: la fuente de Maria, la fuente de la Eucaristía, de la reconciliación, de la escucha, del amor verdadero, de la vocación, del Creador, del diálogo. Aquí cada uno entraba y podía tener un momento de oración, de encuentro con el Señor.

El 2 de septiembre tendría la conclusión del evento con la celebración de la Eucaristia presidida por el Santo Padre.

En el discurso de la vigilia del sábado dijo: “Queridos jóvenes vosotros constituís la esperanza de la Iglesia”.

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