Ayer pudimos vivir la alegría de que Jorge Boada, “hijo” de nuestra Comunidad Parroquial, celebrara su primera misa como sacerdote diocesano en la Parroquia. Fue un momento muy especial, de hacer memoria agradecida de la historia de Jorge, de alegrarse con él, de poder recibir de sus manos la Eucaristía y de pedirle al Señor que lo cuide y lo acompañe en su ministerio. ¡Muchas gracias Jorge y que Dios te bendiga!